Una mirada a la historia de La TertuliaEl Museo de Arte moderno La Tertulia de Cali ha sido uno de los centros culturales más importantes del país. Por sus salas de exposiciones han pasado artistas de la factura del Maestro Negret, Hernando Tejada y Omar Rayo entre otros. El pasado 2 de Marzo, con la presencia de la Ministra de Cultura, Mariana Garcés, el museo
inauguró su sala de exposiciones permanente. Aquí una mirada a su historia y desarrollo.risa del cañón del Dagua baja desde las montañas y llega a Cali en las tardes para confundirse con el rumor del río.
Es un viento tibio y fuerte que alborota cabellos y acompaña el paso de la gente que camina por las aceras, levantando la falda a las mujeres y fastidiando la mirada de los hombres, que se ven obligados a voltear su rostro hacia el Cali, que serpentea, caudaloso, en medio de la ciudad para refrescarla. Los autos, que llegan de Buenaventura, o van del oeste de la ciudad hacia el centro, el sur o el norte, pasan presurosos sobre la Avenida Colombia y ven, en la curva, hacia la izquierda, una fuente de cuatro chorros de agua que bailan al compás del viento. Es imposible no mirar las edificaciones que se encuentran detrás del agua, dos imponentes estructuras de concreto, una sostenida por columnas y otra triangular, que se camuflan entre las palmeras tropicales y entre los frondosos árboles que adornan la plazoleta.
Los autos disminuyen su marcha. De repente aparece un mesero, con una bandeja en sus manos atravesando la avenida. Sobre la bandeja, vasos con bebidas refrescantes o cocteles de fruta. También, un plato con empanadas humeantes. El mesero hace equilibrio y esquiva los carros. Logra su cometido. Cruza la calle. Mientras tanto, en la memoria, queda aquella plazoleta y los edificios.
Es el Museo de Arte Moderno La Tertulia, construido en 1968. Diseñado por Edmond Cobo, Arquitecto y pintor, quien además era socio de Manolo Lago y Jaime Sáenz. Desde su construcción, La Tertulia se convirtió en sitio emblemático de la ciudad, no sólo por su diseño, sino porque en sus salas han pasado una gran cantidad de artistas nacionales de la talla de Hernando Tejada, quien dejó su huella en la capital vallecaucana, con El Gato del Río. El Maestro Omar Rayo, cuyos laberintos geométricos le han dado la vuelta al mundo; Enrique Buenaventura, quien dejó un legado inmenso para el teatro colombiano o gente como Andrés Caicedo y Carlos Mayolo, que viajaron por el mundo para conseguir el cine de vanguardia de aquella época, para proyectarlo en el Teatro San Fernando y en la Cinemateca de La Tertulia.
En los cincuenta, Cali empezó a crecer y se posicionó como una de las ciudades más importantes de Colombia. El desarrollo del Ferrocarril del Pacífico trajo como consecuencia una acelerada industrialización, que le dio a la ciudad un aire cosmopolita nacional. Gente de todos los rincones del país llegó en busca de un futuro prometedor. Los grandes proyectos urbanísticos no se hicieron esperar. La construcción de la Avenida Colombia, en los sesentas, le dio un vuelco definitivo a Santiago de Cali, no sólo porque uniría la vía al mar con la ciudad, sino porque el cauce del río sería desviado.
Para ello se construyó un muro de contención en un emblemático lugar del oeste, conocido como “El charco del Burro”, famoso entre los caleños, pues la brisa de los Farallones pegaba con fuerza y el rio prestaba sus aguas para refrescar a los caleños. Eran famosos los paseos de olla y las clavadas magistrales de los nadadores desde la piedra que servía como trampolín. El desvío ocasionó que el “Charco del Burro” se secara y el terreno pasó de ser un sitio turístico, a ser un terreno baldío, que el municipio decidió rellenar de tierra y escombros.
A mediados de la década, un pequeño grupo de hombres y mujeres con inquietudes artísticas, encabezados por Maritza Uribe de Urdinola, y en el que se encontraban el insigne periodista Alfonso Bonilla Aragón, los pintores Lucy y Hernando Tejada, los cineastas Luis Ospina y Carlos Mayolo, entre otros, se reunían en una vieja casona, de columnas de madera, construida en el año de 1900, ubicada en la calle 5ª N° 4-10 del Barrio San Antonio, para tertuliar de arte, política, literatura, cine y música. Discusiones extensas, que fueron madurando la idea de crear en la ciudad un centro artístico, en dónde los caleños tuvieran la oportunidad de tener una muestra, no sólo del arte nacional, sino mundial.
El primer evento que se realizó, fue La proyección de “La Heredera”, película protagonizada por Olivia De Havilland y Montgomery Clift y dirigida por William Wyler. Esta función se llevó a cabo el viernes 9 de marzo de 1956. Desde ese mismo instante, La Corporación La Tertulia para la Enseñanza Popular, Museos y Extensión Cultural, fue acogida por la ciudadanía caleña, como uno de los centros culturales más importantes.La idea se fue expandiendo por la ciudad, a tal punto, que la vieja casona de doña Maritza Uribe de Urdinola, no dio abasto. Las proyecciones fílmicas y las charlas sobre arte, desbordaron la expectativa de los primeros contertulios. En doce años, la corporación La Tertulia, se convirtió en un centro de encuentro ciudadano. Por ello, Maritza Uribe tuvo la iniciativa de pedir apoyo para esta gran empresa, a la administración municipal. La alcaldía accedió a la petición y donó el lote, en donde antiguamente quedaba “El Charco del Burro”, antes lugar de monumentales clavados y exquisitos e improvisados sancochos en leña.
El edificio nuevo, que constaba de dos salas de exposiciones, acogió en una de ellas una pequeña colección de treinta obras de artistas nacionales como Omar Rayo y Pedro Alcántara y destinó la otra para exposiciones itinerantes. En seguida de éste, se construyó un teatro al aire libre con capacidad para cuatrocientas personas y todos los recursos técnicos necesarios para tener espectáculos de calidad.
La ciudadanía admiró el nuevo paisaje, y La Tertulia se convirtió en un sitio de encuentro para los caleños y para los visitantes nacionales y extranjeros. Cali recibió con agrado este proyecto cultural, que además abrió el camino para una infinidad de artistas nacionales, como a los poetas Nadaístas, que se instalaron en la ciudad, y se convirtió en la sede de importantes bienales de arquitectura y arte, que se llevaron a cabo en los años setenta.
Desde su fundación, hace más de cuarenta años, La Tertulia ha visto pasar a una gran cantidad de artistas caleños, nacionales e internacionales. Es un lugar de referencia para muchas generaciones de caleños y colombianos, es un testimonio histórico de la importancia del arte en Cali; es un referente para nuevos espacios donde los artistas pueden exhibir sus obras.
"Gracias a la Tertulia, Cali ocupó un primerísimo lugar en el devenir artístico del país, a través de los Festivales de Arte, las Bienales de Artes Gráficas, los Salones Regionales de Artistas, o el proyecto Pentágono, entre otros. A lo largo de su actividad, la Tertulia ha conformado una importante colección de arte moderno y contemporáneo que cuenta a la fecha con cerca de 1.500 obras, con énfasis en el arte colombiano y latinoamericano", asegura la Ministra de Cultura, Mariana Garcés Córdoba.
El museo sigue creciendo y modernizándose, para mejorar el servicio a la comunidad caleña, y colombiana, este año y como homenaje a su fundadora Maritza Uribe de Urdinola, el museo inaugurará una nueva sala de exposiciones permanente con una colección de 120 obras que fueron recolectadas por el museo a lo largo de su existencia. La colección presenta un panorama muy completo de diferentes procesos y tendencias en el arte nacional. Junto con las obras sobre papel, el Museo La Tertulia ha reunido pinturas, esculturas y obras en diversos medios y formatos. Así, la colección acoge obras que dan cuenta de la mirada de los artistas hacia su entorno material, social y cultural, entre las que se destacan aquellas realizadas por artistas como: Édgar Negret, Eduardo Ramírez Villamizar, Alejandro Obregón, Hernando Tejada, María Thereza Negreiros, Beatriz González, Luis Caballero, Antonio Caro y Álvaro Barrios. “El reacondicionamiento de la sala Martiza Uribe es un reconocimiento a esta gran líder política y cultural y también la posibilidad de que el público de la región pueda admirar y disfrutar de la rica colección de obras que tiene el Museo”. Dice Amparo Sinisterra de Carvajal.
"Seguiremos trabajando con la ampliación de la cobertura de los servicios, el intercambio de conocimientos, la promoción de los artistas, las economías de escala propias de las alianzas interinstitucionales, el aprovechamiento de la infraestructura cultural, el fortalecimiento de la divulgación y un sentido aporte a la formación de públicos", es el trabajo futuro que proyecta María Paula Álvarez, actual directora del Museo La Tertulia

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